Hasta el 20 de abril. Exposición protagonizada por algunos de los grandes maestros modernos internacionales: Juan Gris, Joan Miró, Pablo Picasso, entre otros.
Las obras más tempranas datan de finales de los años treinta. Cabe destacar
Nature mort, verre et compotier aux fruits de Pablo Picasso. Este bodegón de 1938
se convierte en una de las piezas centrales de la exposición junto a Spherical
triangle de Alexander Calder, escultura de plomo y alambre realizada en el mismo
año.
La presencia de estas dos obras maestras nos trasladan inevitablemente al
pabellón español de la Exposición internacional de París de 1937, lugar donde se
expuso, por primera vez, el Guernica. Junto al icónico lienzo de Picasso se
encontraba la célebre Fuente de Mercurio de Calder. De esta manera, la exposición establece un vínculo con aquel ambiente de supremo espíritu creativo.
Siguiendo en el contexto de París, la línea discursiva de la exposición continúa con obra de Julio González, Juan Gris, Francisco Bores y Baltasar Lobo.
La Bauhaus queda representada con un lienzo y un dibujo de Oskar Schlemmer así
como por un boceto de Wassily Kandinsky del año 1939. En cuanto a surrealismo y
Dadá, destaca la obra de Jean Arp Formes se prêtant à l’interprétation, relieve en
madera de 1949. La obra deja constancia de aquellos principios nacidos en el
Cabaret Voltaire, con ese rechazo al racionalismo occidental y una preferencia por lo azaroso y arbitrario.
A su vez, dos dibujos de Miró, en torno a los años setenta, amplían el discurso surreal mostrando constelaciones y formas orgánicas y esquemáticas.
Respecto a vanguardia latinoamericana, serán las maderas, lienzos y dibujos de
Joaquín Torres-García las que certifiquen la investigación creativa desarrollada en
Uruguay. Paralelamente, presentamos lienzos de Wifredo Lam, autoridad en arte
primitivo y celebérrimo artista internacional, de madre cubana y padre chino. En
ambos casos, se crean fuertes puntos en común con la escena vanguardista
internacional pero sin dejar de expresar una clara raíz latinoamericana.
Por último, la obra de Benjamín Palencia ilustra aquella vanguardia local que se
forjó en los campos de Vallecas y el Cerro Testigo y que permitió convertir el cardo y el polvo en objetos poéticos. La presencia de la Escuela de Vallecas, pues, resulta fundamental en esta exposición que tiene a la vanguardia como protagonista.
Dónde: Galería Leandro Navarro (c/ Amor de Dios, 1. Metro:
Horario: Lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Sábados, previa cita.
Gratis
